¿Sabes el motivo por el que contamina la energía eléctrica? ¿Conoces el impacto que tiene sobre el medioambiente el gesto de encender la luz de una habitación y cómo podemos ayudar a reducirlo? Es cierto que la electricidad no contamina cuando la consumimos, lo que sí contamina es su proceso de producción.
Los hábitos de consumo eléctrico en un hogar son infinitos: cargar el móvil, el ordenador, secarse el pelo, el router WiFi siempre enchufado a la luz, los electrodomésticos de la cocina, la televisión…¡Y multitud de actos más de los que no somos conscientes!
¿Cómo se produce la electricidad que usamos cada día?
Hay tres maneras de producir la electricidad que utilizamos:
En las centrales térmicas
Donde se utiliza el calor que se desprende de la quema de combustibles fósiles como el petróleo, el carbón o el gas natural. De esta quema, los gases contaminantes ascienden hasta la atmósfera y provocan fenómenos como el calentamiento global y el efecto invernadero. Según un estudio de la Universidad de Cantabria, por cada kilogramo de carbón se generan 3,66 kilogramos de CO2.
En las centrales nucleares
Siguen un criterio muy similar al de las centrales térmicas pero calentando agua que mueven turbinas en vez de quemas fósiles. Se utilizan generadores que trabajan con energía nuclear, la cual produce residuos radioactivos que son contaminantes y difíciles y costosos de tratar; sumando a esto la gran cantidad de energía eléctrica que necesita para funcionar (paradójico que necesite tanta electricidad para producir electricidad). Según un estudio de la Universidad de Singapur, una central nuclear genera una media de 66 gramos de CO2 por cada kWh generado.
En centrales renovables (hidráulica, eólica, fotovoltaica…)
Pese a que se produce la electricidad mediante fuentes limpias y son más «amables» que las opciones anteriores, hasta estas centrales renovables generan contaminación. Al construir presas, parques eólicos o fotovoltaicos se pierde la vegetación del entorno, se destruye la biodiversidad, se erosiona el suelo y una larga lista de consecuencias que recaen sobre la flora y la fauna. Las renovables tienen diferentes emisiones de producción, teniendo unas medias de: energía hidráulica entre 6,1 y 147 gramos de CO2 por la generación de cada kWh; energía eólica entre 7,8 y 23 gramos; energía solar fotovoltaica entre 7,4 y 82; y la energía solar de concentración entre 14 y 122.
¿Qué podemos hacer desde nuestro hogar para reducir la producción de electricidad?
La transición de las energías convencionales a las energías renovables sólo prosperará si cambiamos nuestro ritmo de vida por un modelo más sostenible. Usando la energía con responsabilidad no sólo cuidaremos el planeta, sino que ahorraremos cada mes en nuestra factura de la luz sin renunciar a su uso y confort; simplemente evitando su despilfarro. Pero, ¿qué podemos hacer de manera directa desde nuestro hogar?
- Pagar sólo por lo que necesitas: En la gran mayoría de casos se tiene contratada en el hogar una tarifa que no se adapta a nuestro hogar, pagando más de lo que deberíamos y generándose para nosotros más producción eléctrica de la necesaria. Con la funcionalidad integrada en nuestra App puedes conocer de una manera rápida y sencilla qué tarifa es la más adecuada para tu hogar.
- Elegir una compañía eléctrica que apueste por fuentes de producción renovable: algunas comercializadoras, como Enerfriend, apuestan al 100% por las energías renovables para generar energía para sus clientes.
- Instala autoconsumo en tu hogar: cada vez son más los hogares que apuestan por instalar renovables para su propio consumo y tener la posibilidad de reducir así drásticamente sus facturas. La instalación de paneles solares ya no son únicamente una oportunidad para las empresas y los inversores, sino que las familias tienen la posibilidad de aprovecharse también de la energía solar para su propio abastecimiento.
Desde Enerfriend, además de una energía 100% renovable, también ofrecemos una gran cantidad de ecoformación para que puedas poner en marcha un estilo de vida más sostenible, ahorrador y atento con el cuidado del planeta (o mejorar tu estilo eco si ya lo tienes). Una vez que seas consciente y comiences a optimizar el uso de tus recursos comenzarás a notar el cambio… ¡Y estamos seguros de que lo lograrás!
